lunes, 12 de febrero de 2018

¿Cuándo termina una terapia?

La demanda terapéutica

En algunos otros artículos he hablado sobre la demanda terapéutica y la importancia que tiene en la psicoterapia, dando por hecho en todo momento que es un concepto asimilado y entendido, pero, recapacitando sobre el tema, me ha parecido que necesitaba una reflexión más profunda. De ahí este texto.


La demanda terapéutica es la petición que le hace el cliente al psicólogo al iniciarse el tratamiento. Esta demanda en ocasiones es formulada directamente y otras de forma indirecta. Pondré ejemplos.

Demandas directas:
  • He dejado una relación (o me han dejado) y sigo sufriendo: quiero que pare este dolor.
  • Cuando me angustio siento un dolor (de cabeza, de estómago, dificultad de tragar, etc.) y quiero dejar de padecerlo.
  • Sin razón aparente estoy todo el día triste, sin ganas de hacer nada, apagado y quiero que esta situación termine.
  • Si salgo de casa (o estoy en sitios muy concurridos) siento una angustia insoportable y deseo que cese y poder hacer una vida normal.
  • Nuestra relación no funciona y necesitamos ayuda.
  • Quiero ser más extrovertido.
Demandas indirectas:
  • He perdido a un ser querido y no soy capaz de pasar página.
  • He sido yo quien ha cortado con mi pareja, me he enterado que ha empezado otra relación y tengo celos que me obsesionan.
  • No entiendo por qué me siento vacío.
  • Estoy sufriendo acoso (en el trabajo, en la escuela, en la universidad) y no sé cómo afrontarlo.
Habría muchísimos más ejemplos, pero supongo que con estos ya hay muestra suficiente.
La demanda siempre suele corresponder con la necesidad de que un sufrimiento desaparezca o se atenúe, que el terapeuta convertirá en el tratamiento de unos síntomas y sus causas.

Una pregunta que siempre debería hacer un terapeuta a su cliente es: ¿Deseas sanar solo esta sensación actual o trabajar para prevenir que nunca más vuelva a ocurrir? Según la respuesta el trabajo es muy distinto, ya que habrá que trabajar con causas más profundas o situaciones más actuales.

En todo caso, la labor del terapeuta termina cuando la demanda se cumple y su trabajo no debe ir más allá, a no ser que durante la terapia se modifique o amplíe la demanda (cosa que suele ocurrir con frecuencia), pero en cuyo caso es cambio debe ser formulado de forma explícita y acordada entre las dos partes.

Así pues una terapia termina cuando:
  • Se alcanza la demanda terapeuta
  • Si tras un tiempo lógico no se ha llegado a cumplir (ver el artículo "Esta terapia se me hace eterna")
  • Si el psicólogo no se ve capacitado para cumplir la demanda y deriva al cliente a otro psicoterapeuta.
  • Si el cliente decide dejar el tratamiento.
Por lo tanto, si vas al psicólogo ten clara cuál es tu demanda terapéutica y su alcance, pregúntale periódicamente cómo se está desarrollando el cumplimiento de dicha demanda y, como digo siempre, si crees que no avanzas en el camino adecuado o a la velocidad adecuada: confronta a tu psicólogo.


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